Colombia Cuenta Contigo. Christian Concern Colombia, convocando a movilizarnos para ser protagonistas en la defensa de la Vida, la Familia y la Libertad en estos tiempos. En medio de la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad del mundo en el que habitamos, es cada vez más notorio el desafío sobre nuestros principios y valores fundamentales es evidente el ataque frontal contra la familia, contra la vida y contra la libertad de conciencia que estamos enfrentando. Y es que el ataque que se genera contra los principios sobre los cuales hemos sustentado nuestra civilización, no es otro que el de destruir, matar y robarnos; privándonos de todo aquello que nuestro Dios nos puso a disposición para cumplir el mandato de Génesis capítulo primero, de fructificar y multiplicarnos, de llenar la tierra y de sojuzgarlo. Todo basado en una perspectiva en la que se nos plantea un fenómeno de sobrepoblación mundial, que más allá que suponer los grandes retos ambientales y climáticos de los que se nos dice, tiene que ver con una nueva era en la que la mano de obra humana es fácil y rápidamente sustituida por la inteligencia artificial y el aprendizaje autónomo de las máquinas, y en el que el planteamiento de desarrollo social y económico sobre el que se sustentó la sociedad de siglo XX, está siendo sustituido con uno, de población reducida, la mínima necesaria, servida principalmente por máquinas que cumplan la gran mayoría de las funciones que hoy vinculan a la gente al sistema productivo, minimizando la demanda sobre los recursos naturales y prometiendo un planeta sostenible en el largo plazo. Y aunque esta iniciativa pueda plantearse en términos aparentemente constructivos y de altruismo ambientalista, lo cierto es que constituyen acciones concretas en búsqueda de robar, privando a las naciones del aprovechamiento legítimo de sus recursos naturales soportados en un discurso ultra ambientalista; de destruir los fundamentos de la sociedad como se hace con el ataque a instituciones fundamentales como la familia, o mediante la promoción de antivalores y la corrida de la línea ética tradicional que sólo conducen al desmoronamiento del tejido de la sociedad; y a la muerte, convirtiendo los vientres de las madres en tumbas para sus propios hijos, incentivando la sensación anticipada de la vida en la vejez, promoviendo un clima propicio para el suicidio como una opción entre la juventud, y a través de ideologías como la de género, que castren a la sociedad de su capacidad reproductiva; comprobándose que tras este conjunto de bio políticas públicas globales, lo que subyace es la labor natural de aquel que sólo viene a robar, matar y destruir.
Todo esto, antes que generarnos angustia y desazón, debe ser motivo de inspiración, para reconocer el rol de la iglesia del Señor en los últimos tiempos, en los cuales al mejor estilo del profeta Eliseo, podamos abrir nuestros ojos y ver las multitudes de carros y caballos de fuego que nos rodean en favor, frente a los retos enormes que enfrentamos; sabiendo que el remanente del nuestro Padre Celestial, del que hacemos parte, puede y debe confrontar la mentira fundamentados en la Verdad. Y es por eso, que ante la cruda realidad que hoy enfrentamos, la ocupación de los espacios que nos corresponden dentro de la sociedad, y el ejercicio de una ciudadanía activa, son herramientas que no podemos obviar en nuestro esfuerzo de ser faros en medio de la oscuridad que sobrecoge, con cada vez mayor intensidad al mundo: En Colombia, en el próximo mes de octubre como iglesia del Señor, mucho más que como denominaciones o estructuras organizativas eclesiásticas, sino como el conjunto de los creyentes, tenemos la oportunidad de ejercer nuestro rol de ser sal y luz de la tierra; y es desde allí, que nace la campaña que Christian Concern Colombia, fundamentada en tres sencillos actos, con los que los creyentes podemos pasar de ser víctimas de una realidad abrumadora, a protagonistas de la transformación que la luz de Jesús puede traer a nuestra nación.
En primer lugar, mediante la intercesión activa e insistente, para que los procesos democráticos en los que descansa el gobierno de nuestra nación sean protegidos y que mediante esta vía sean personas idóneas temerosas de Dios comprometidas con el servicio a los demás, los que ocupen aquellos espacios de liderazgo que le permitan a la sociedad colombiana recuperar su esperanza.
En segundo lugar, en comprometernos a ejercer de manera consciente y responsable nuestro deber de elegir, y si así lo dispone el Señor, y no por motivos egocéntrico sino inspirados en el modelo de liderazgo de Jesús, quien lavó los pies de sus discípulos, participar para ser elegidos, asumiendo la responsabilidad del voto, como un acto del cual debemos dar cuentas a nuestro Padre; y para ello fundamentarnos en principios bíblicos, que orienten nuestra decisión y que nos permitan respaldar campañas, personas, y partidos que estén verdaderamente comprometidos con la protección de la vida, la familia y la libertad de conciencia.
Finalmente y no menos importante que los anteriores, también hacemos un llamado a que la comunidad de los creyentes ejerzamos el rol de garantes ante la sociedad frente a los inmensos temores que sobre la legalidad y legitimidad del próximo proceso electoral se plantean, ejerciendo el rol legal de testigos electorales, para lo cual estamos promoviendo la constitución de una red de voluntarios que a lo largo y ancho del país, asuman este compromiso con apego a la ley y a las reglamentaciones correspondientes, lo que nos permita consolidar a través de una herramienta informática, la mejor encuesta de resultados posible que sirva de referente para validar o cuestionar los reportes oficiales con información clara y objetiva.

Acompáñanos pues, y seamos parte de los instrumentos que Dios usará para hacer de la iglesia e incluso de nuestra nación, un bastión de resistencia frente a los perversos planes que el enemigo ha urdido para este tiempo contra la humanidad.