PROYECTO DE LEY No. 229 de 2021 CÁMARA “POR MEDIO DE LA CUAL SE PROMUEVE Y FORTALECE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DE LA SEXUALIDAD A TRAVÉS DE LA FORMACIÓN, CONOCIMIENTO Y EJERCICIO DE LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS Y SE DICTAN OTRAS DISPOSICIONES”

Este proyecto de ley fue conocido en primer debate por la Comisión Sexta constitucional permanente de la Cámara de Representantes en la sesión del día Treinta (30) de marzo de 2022.
El pasado 16 de noviembre se presentó para discusión de la Plenaria la propuesta de archivo al proyecto de ley. La proposición fue presentada por varios representantes que contaron en el recinto con el acompañamiento de la sociedad civil Pro vida, Familia y Libertad de Educación de los Padres. Mientras se daba un largo debate muchos padres de familia expresaron su rechazo a la iniciativa, por medio de distintas redes sociales oficiales de la Cámara de Representantes llegando a ser tendencia en la red social Twitter. Los padres no nos rendimos, los colegios confesionales creemos en el derecho a proteger a los niños y a educarlos en los valores de la Fe y a la sociedad y sus familias.
Fue preocupante en el debate referido, la confusión que se presentó frente a lo que implica la Educación Integral de la Sexualidad, en el cual los congresistas a favor del proyecto lo presentaron como un mecanismo que crea garantías a los derechos de los niños para que sean protegidos del abuso sexual, cuenten con herramientas para la prevención del embarazo adolescente, llevando el enfoque de Educación Sexual Integral ESI a los colegios.
Por su parte, quienes se oponían a este proyecto no contradicen estas necesidades de los menores y los problemas de política pública que giran en torno a la educación sexual. Alarma que se usen tales motivos para dejar de lado la manera idónea de hacerlo de acuerdo a las necesidades de cada menor y justificar una serie de prácticas reprochables. No todo se vale. Sí hay afectación negativa directa en los niños al exponerlos a contenidos y experiencias que no son apropiados para sus edades y contradicen los valores que compartimos.
El desenlace del debate fue bastante inusual. Después de una amplia discusión con posturas a favor y en contra del proyecto de ley, se sometió a votación la proposición que buscaba archivarlo para que no continuara su camino a ser Ley de la República. Cerca de completarse los primeros 60 votos, los representantes a favor archivo del proyecto eran más 47; sin embargo, Congresistas de las bancadas de gobierno que apoyaban el proyecto y no querían su archivo abandonaron el recinto desconfigurando el quorum para continuar la discusión y votación de iniciativas legislativas. En consecuencia, no fue oficial el hundimiento del proyecto que busca hacer obligatoria la ESI en las instituciones educativas y en toda institución colombiana que tenga relación. La discusión fue aplazada y no hay certeza de lo que sucederá, por lo que debemos mantener el estado de alerta. Existe algún mecanismo para que esta conducta de los honorables congresistas no se torne costumbre? Ya habíamos vivido la misma situación en otro encuentro similar y dejando la situación inconclusa aún cuando ya los números favorecían las causas provida, libertad de educación, y pro familia.
Necesitamos tener presente en todo este contexto, que en la actualidad, la Ley General de Educación 115 de 1994 dispone que el Ministerio de Educación sea el encargado de brindar los lineamientos para la educación sexual de los escolares y que cada comunidad educativa desde sus proyectos educativos, sus valores y horizontes institucionales los adapta y adopta. De la misma forma, la ley establece el respeto a la autonomía para la producción de los materiales pedagógicos que las distintas instituciones educativas consideren más acordes para tales fines y que hayan sido diseñados por sus equipos de profesionales, las asociaciones de colegios o fundaciones que consideren pertinentes con el fin de formar a los niños y adolescentes para la vivencia responsable de la sexualidad.
Creemos que nuestros legisladores les corresponde recordar que si algo puede mover el país en contra de cualquier mandatario, es alguna afectación directa contra los niños y ese es el caso de la ESI o EIS, como se le dice ahora en Colombia. Es más de aquello a lo que las familias colombianas hemos expresado nuestro rechazo y que estamos dispuestas a defender para que no se distorsione nuestro ordenamiento jurídico y se de un carácter de legalidad a prácticas que promuevan sobresexualizar el corazón de nuestras amadas generaciones en formación.
La voluntad en Colombia frente a este proyecto de ley es un SI a la Educación Sexual que forma, protege y previene, pero NO a hacerlo de la forma que propone este proyecto ley basado en la mundialmente conocida ESI que responde de manera amplia a la intención de instalar la ideología de género en las mentes y corazones de nuestros jóvenes e infantes, algo que Colombia ya ha rechazado como referente para la educación.
El fondo de las cuestiones importa, pero la forma también. Por supuesto, queremos proteger a los niños de violencia sexual y evitar embarazos adolescentes, entre otros objetivos. También queremos una educación en valores, en la que se promueva el amor y el respeto a la mujer y a la mujer como madre que es un ser precioso (todos venimos de una).
Sin embargo, no queremos que se promuevan acciones que afecten los currículos escolares para que estos implementen elementos de una agenda globalista que no responde de manera adecuada a los retos que enfrentamos como sociedad para educar a nuestros niños en materia de sexualidad. Además, rechazamos la influencia de organizaciones supra nacionales e internacionales que persiguen otros intereses mientras promueven estas ideologías.
Los padres colombianos no queremos la cartilla naranja (o cartilla Parodi) Ambientes Escolares Libres de Discriminación, ni la morada que coloca a la cartilla Parodi como fundamento y referencia, inmersas de propuestas con contenido de la famosa ESI (Educación Sexual Integral) o EIS (Educación Integral para la Sexualidad) que ya ha hecho estragos en los países donde se ha implantado.
Tales iniciativas carecen de un consenso de valores y expone a nuestros niños a un contenido potencialmente perjudicial que los deja a merced de una sexualización temprana y que resta el derecho y el deber de los padres a educar a sus hijos en sus propios valores, dejando la puerta abierta a una imposicion ideológica de un pensamiento único al que como ya mencionamos: Colombia le ha dicho NO.
Consideramos que se debe respetar el derecho de los Padres a Educar a los hijos y que la formación en valores morales no debe estar a cargo del Estado, cuyo rol no debería estar en la imposición de una serie de ideologías que busquen definir el contenido en materia de educación sexual de los currículos de nuestras instituciones educativas con contenidos determinados por organismos internacionales que no han consultado la voluntad de los padres colombianos y como hemos mencionado, parecen favorecer intereses ajenos a los nuestros como sociedad.
Seguimos en la Resistencia. La clave, es estar atentos a lo que sucede y no ser indiferentes. No podemos ignorar lo que ocurre en las instituciones educativas, hay que respaldarlas estando cerca a los niños en edad pre y escolar, revisando los tejidos sociales en los que se están desarrollando como personas; monitoreando los proyectos de Ley que se discuten en el Congreso de la República, así como los proyectos de acuerdo que se discuten en los Concejos, o las sentencias que examina la Corte Constitucional, entre otras.
Es preciso estar alerta a las tendencias mundiales y someterlas a un examen exhaustivo para velar por la salud de las nuevas generaciones. Nuestro llamado sigue siendo a orar sin cesar y cuando sea necesario tomar acción y salir a las calles a expresar el rechazo total cuando nuestra voluntad como padres o maestros responsables no sea escuchada. A nuestros niños los educamos nosotros, sus padres y quienes además de padres somos maestros queremos caminar en consonancia con ese principio.
EQUIPO DE CHRISTIAN CONCERN COLOMBIA