“Los servicios religiosos que pueden implicar reunión de personas se podrán permitir siempre y cuando medie autorización de los alcaldes en coordinación con el Ministerio del Interior y se cumpla en todo momento con los protocolos de bioseguridad emitidos por el Ministerio de Salud y Protección Social para el desarrollo de esta actividad” Por medio del Decreto 878 del 25 de junio de 2020 el Gobierno Nacional de Colombia reglamenta la reapertura de las Iglesias, en el parágrafo 4.
De acuerdo con Andrea Williams, directora de Christian Concern “La Iglesia tiene su propio gobierno: Apóstoles, Arzobispos, Obispos, Vicarios, Presbíteros, Pastores, Ancianos y Diáconos. Son ellos quienes poseen el gobierno sobre el culto de sus Iglesias y no los funcionarios de los gobiernos”.
Si bien la reapertura de las Iglesias es una buena noticia, es necesario seguir haciendo énfasis en el principio de autonomía de la Iglesia.
Oremos para que el gobierno, el Congreso y las Cortes reconozcan la autonomía de la Iglesia con libertad para reanudar sus servicios cuándo y cómo los líderes eclesiásticos lo definan.
El principio de libertad de culto sigue vigente y por lo tanto a los gobiernos no los asiste el derecho legal de interferir con el Ministerio de la Palabra y los sacramentos. El cumplimiento de las medidas establecidas por los gobiernos no puede extralimitar su alcance al punto de convertir a los Ministros del Evangelio en criminales.
¿ES ESENCIAL LA IGLESIA PARA LA SOCIEDAD?
La Pandemia de la Covid 19 ha generado una crisis de salud, social y económica sin precedentes en el mundo moderno. Esa crisis ha dejado en evidencia cuáles son las instituciones y los sectores de la sociedad que los gobiernos identifican como prioritarios y esenciales.
Después de las estrictas medidas de aislamiento y cuarentena implementadas por los diferentes gobiernos a nivel mundial, la palabra esencial se convirtió en palabra clave para re aperturar gradualmente los diferentes sectores de la sociedad. De esa forma se le dio prioridad al sector de la salud, a sectores económicos como el de la construcción, entre otros. Dentro de estos sectores priorizados por su naturaleza “esencial” nunca se mencionó, ni se consideró a la Iglesia.
A pesar de las cifras oficiales que indican el aumento de la violencia intrafamiliar, los suicidios, los abortos y otros delitos, los gobiernos no consideran esencial el rol de la Iglesia en la sociedad y por eso, junto con los restaurantes y el sector turismo, quedó relegada en la última lista de instituciones que van a abrir sus espacios de reunión.
¿Desde cuándo la Iglesia dejó de ser esencial para la sociedad? La Biblia dice en Mateo 5: 13 – 16 “Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿Cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea.