Los cristianos tienen el gran privilegio y la responsabilidad de orar. No estamos desamparados frente a catástrofes ya que tenemos acceso al Señor que reina sobre todo, mediante Jesucristo nuestro Mediador.
Entonces, somos hijos de Dios y por eso debemos clamar a Él. Estamos llamados a interceder mientras el “coronavirus” se difunde alrededor del mundo y mientras los gobiernos y los individuos responden.
Por favor únanse con nosotros, mientras demostramos nuestra Fe en el Señor orando y confiando en Él en esta época dura. A continuación compartimos unos versículos bíblicos que sirven como guía para orar e incrementar la Fe.
En Cristo,
Alejandro Montoya
Director Ejecutivo Christian Concern Colombia
Alabar a Dios
Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.
Él solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi refugio, no resbalaré.
En Dios está mi salvación y mi gloria;
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.
(Salmos 62:5-7)
Alabar a Dios el creador y el Señor todopoderoso—nadie puede cuestionar sus hazañas. (Job 38-42)
- Alabar a Jesús a quién fue dada toda la autoridad en el Cielo y en la Tierra. (San Mateo 28:19-20)
- Alabar a Dios por su amparo cariñoso de la gente de su pacto (Isaías 43:1-7, Salmo 91)
- Darle gracias porque nada en la tierra puede separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 8:38-39)
- Darle gracias porque cada don bueno y perfecto es de nuestro Padre y porque tenemos mucho que debemos agradecerle, aún en medio del sufrimiento (Santiago 1:17).
- Alabar a Dios porque hay una esperanza más allá de la muerte; la muerte será vencida y seremos resucitados (1 Corintios 15:50-58)
Orar por las autoridades superiores
“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos que están en eminencia, para que vivamos reposadamente en toda piedad y honestidad.” (1 Timoteo 2:1-2)
- Por el Presidente Iván Duque y por sus ministros – que sean prudentes mientras establecen y comunican las políticas para parar mitigar el virus.
- Por los científicos que dan consejos al Gobierno de Colombia—que comprendan mejor el virus y que den recomendaciones excelentes sobre cómo proteger al pueblo.
- Por la Organización Mundial de la Salud – que ayude los gobiernos del mundo para luchar eficazmente contra el virus por medio de información oportuna y advertencias sabias
- Por el Ministerio de Salud y todo el sistema nacional de salud para que encuentren las políticas más eficaces para tener altos niveles de cuidado con las personas más vulnerables como los adultos mayores.
- Por los líderes de negocios—que desarrollen políticas que ayuden al país a responder, para demorar la difusión del virus y generar los recursos necesarios para apoyar a la población más vulnerable.
- Que los líderes eclesiásticos sean valientes mientras proclaman a Cristo con sabiduría y misericordia y mientras guían la iglesia a tratar al prójimo con amor.
Orar por la sociedad
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda la alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (San Mateo 22:37-40)
- Por los médicos, enfermeros y otros trabajadores en el campo de la salud pública—que permanezcan libres de enfermedades.
- Que la amenaza de enfermedad ayude a muchos en la sociedad a entender su propia mortalidad y su necesidad de buscar esperanza frente a la muerte.
- Que los científicos logren hallar una vacuna y otros modos eficaces de amparar el pueblo del virus.
- Que el pueblo tenga cuidado y piense en como afectan los demás por lo que hacen; que sigan instrucciones médicas cuidadosamente y sean diligentes cuando salen para hacer compras.
- Que este tiempo en cuarentena dé a los que no creen en Cristo una oportunidad de pensar, arrepentir y obedecer a Cristo.
- Por las personas cuyos trabajos y estudios han sido desviados por la crisis – que los tratemos con bondad y asistamos a ellos porque la crisis amenaza su sustento.
Orar por la iglesia
“En el amor no hay temor sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.” (1 Juan 4:18-19)
- Que la Iglesia camine en la fe y no en el temor, mientras responde al virus.
- Que los cristianos estén listos para dar una razón para la esperanza que está en nosotros.
- Que los cristianos sean valientes y sensibles cuando compartimos el evangelio.
- Que tengamos la voluntad de ser ejemplos del amor de Cristo por servirles diligentemente a nuestros hermanos, nuestras hermanas, y nuestros vecinos según sus necesidades.
- Por las iglesias que están encargadas de centros benéficos; para dar alimento a los pobres y refugio a los que están sin hogar, de escuelas y otros proyectos de benevolencia y acción social—que sean eficaces mientras cuidan los que se encuentran en necesidad, a pesar de los desafíos.
- Que las iglesias encuentren maneras eficaces de continuar a venerar a Dios y dar apoyo pastoral, sin poner en peligro los que son vulnerables.
Orar por perdón
“En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. Respondiendo Jesús les dijo: “¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿Pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.”(San Lucas 13: 1-5)
- Que Dios perdone nuestros pecados, y que veamos que cada desastre nos recuerda la necesidad de arrepentirnos.
- Que Dios nos trate con misericordia por nuestra pereza—y porque hemos creído de forma errada por nuestra suficiencia propia y en nuestra capacidad de amparo propio.
- Que Dios perdone nuestro descuido, porque hemos maltratado los cuerpos y los dones que él nos ha dado y así nos hicimos vulnerables a las enfermedades.
- Que Dios nos perdone porque hemos querido el dinero o la comodidad más que a Dios o a nuestros prójimos.
- Que Dios nos perdone cuando tengamos más miedo de la enfermedad o de la muerte que de él.
- Que Dios tenga piedad de nosotros cuando perdemos nuestra perspectiva y no ayudamos a todos los que mueren diariamente en todas partes del mundo por el aborto, la eutanasia, la persecución y otras amenazas a la vida humana.
Orar por amparo
“Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos, yo oiré y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra. (2 Crónicas 7:13-15)
- Que Dios sane los de edad y los vulnerables que el virus ha infectado.
- Que haya cuidado médico y personal suficiente para todos los afectados.
- Que se alivien los amigos y los parientes de los enfermos y que sean capaces de cuidarlos.
- Que la mano omnipotente de Dios se muestre en el retardar y el extirpar el virus.
“El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío, Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador; De la peste destructora. Salmo 91:1-3
CONGRESO IBEROAMERICANO POR LA VIDA Y LA FAMILIA
Una de las principales ponencias del Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia que se realizó en Lima Perú, entre el 12 y el 14 de marzo, fue la del historiador español César Vidal, sobre la influencia de los gobiernos del mundo en los temas de Vida y Familia.
El doctor Vidal hizo un análisis del alcance y la influencia de cinco gobiernos que en todo el mundo han asumido algunas banderas políticas con énfasis en el respeto por la Vida y la Familia, ya sea por convicciones de fe, patriotismo o interés político.
“Estamos frente a una guerra espiritual, social y cultural, que tiene como campo de batalla a la política, los medios y la escuela”, Dr. César Vidal
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