El jueves 16 de julio realizamos el Conversatorio “Un Mundo que Cambia. Retos para el creyente y la Iglesia en el nuevo escenario global”, con la participación del historiador y escritor español, César Vidal.
El Conversatorio facilitado por la directora del Congreso Internacional de Familia, Carmen Eugenia Gallego, se centró en el último libro del Dr. César Vidal, “Un Mundo que Cambia”, en él se plantea la amenaza que representa para la democracia occidental el globalismo y su ideología disruptiva.
En términos generales, el Dr. César Vidal expuso el riesgo en el que se encuentran en la actualidad valores democráticos como la libertad, el equilibrio de poderes y el libre comercio, frente a una elite globalista e intelectual que pretende construir una gobernanza centralizada para controlar el poder político y económico del mundo.
Al respecto el Dr. Vidal afirmó que “la experiencia con la Pandemia del Covid de los organismos multilaterales como la Organización Mundial de la Salud, las Naciones Unidas, la OTAN, entre otros, ha sido un desastre”. El experimento de lo que puede ser un gobierno mundial con un poder centralizado ha dejado muy malos resultados. Se evidencia falta de coordinación, ausencia de recursos y falta de medidas oportunas para atender la situación.
A pesar de que la situación es crítica, el Dr. Vidal manifestó su esperanza con relación al papel que puede desarrollar la Iglesia en América Latina si se arrepiente, despierta y se moviliza de forma oportuna. “Es un momento especial y estamos en capacidad de cambiar el rumbo de las circunstancias”.
Finalmente, el Dr. Vidal citó la Biblia en Mateo 5: 14-15 “Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Nadie enciende una lampara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa”. En manos de la Iglesia está el destino de nuestras naciones. Es decisión nuestra ser sal y luz o esconder la lámpara.
LA IGLESIA BAJO ATAQUE
Esta semana la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, hizo un pronunciamiento público sobre la apertura de los templos para ejercer el derecho a la libertad de culto que causó estupor en gran parte de la sociedad. Específicamente dijo “Abrir iglesias es 500 veces peor que el día sin IVA”. Lo que fue entendido por gran parte de los creyentes católicos y cristianos como un ataque directo de la mandataria hacia los creyentes.
El reconocido ex sacerdote católico Padre Lineros afirmó: “cuando escucho este tipo de declaraciones así, así de tajantes, me siento perseguido por creer. Es como si fuera un delito confiar, creer en Dios, orar y alabar. No me digan a mí, que, con todas las medidas de seguridad, 30 personas no pueden ir a un templo a orar. Tienen que respetar a las personas que creen”.
Según el artículo 19 de la Constitución Política de Colombia, se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva. Todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley. Eso significa, que bajo ninguna circunstancia un mandatario local, regional o nacional puede violar el derecho constitucional a la libertad de culto. Es un deber de los creyentes estar atentos, y de ser necesario movilizarse, para hacer respetar su derecho a profesar libremente su fe.